Una pinta, otra pinta, vino padri, otra pinta... al final acabamos en el mercado provenzal tomando unas horchaticas, a las que se unió Modes y Javi.
Un domingo, a las 5 y algo de la tarde, qué apenas había gente nos pasó una de esas situaciones que pasan poco en la vida, pero con la que nos reímos mucho.
Nada más sentarnos, un tío, hombre o algo así, que estaba sentado próximo a nosotros, se nos presento y muy amablemente nos contó cosas de su vida que no nos importaba una mierda, como textualmente y apenas parando para respirar nos entrelazo diferentes datos.
- Hola me llamo Pedro.
- Mi madre... ( no sé que, no me acuerdo que dijo)
- Mi padre trabaja en Torre España, es chófer, lleva a los cámaras de un sitio a otro.
- Habéis visto mi anillo? me ha costado 0.60 céntimos, y ni me da alergia ni nada y mira como brilla.
- Un placer el conoceros.
Algo así, de seguidas y tan normal como si nada.
Sin dejar de salir un poco de nuestro asombro, vino un hombre de unos 60 y varios años, descamisao, con síntomas evidente de haber bebido e incluso que hubiera coqueteado con otras sustancias, a lo que se nos planta y nos dice algo así como que el Atlético empato ayer, que no gano la liga, y cosas de vascos, Bilbao y poco más recuerdo, todo esto en español y perfecto, como calificó Santi, arameo, con el que ademas acababa muchas frases poniendo vocecilla y diciendo " aiaieiaeiaeiaeiaeiaei" o ruido similar.
Después de intentar seguirle el rollo durante nos 10 minutos, optamos por quedarnos inmóviles para a ver si no nos veía y se iba, cosa que estaba funcionando, hasta que nuestro primer amigo, Pedrito para los colegas, se levanto y enfrente, se puso a bailar a lo "Michael Jackson", con lo que explotamos a reír como si no hubiera mañana. Lo sorprendente, es que no lo hacía tan mal como pintaba la cosa y de hecho, pudimos grabar un pequeño vídeo en el que se ve el final de la actuación junto con nuestro amigo mayor.
Nuestro segundo amigo, fue buscando más amistades por las demás mesas y nos dejo un rato en paz, hasta que apenas unos segundos después, paso una mujer, un poco rara también con el ombligo al aire, un ombligo digno de no ser enseñado, pero ella, estaría orgullosa, por que bien que lo enseñaba y vino a decirle algo a nuestro amigo Pedro, no sé el que.
Pasamos unos minutos, compartimos algún comentario con dos chicas que había en la mesa de al lado hasta que vimos que se acercaba una pareja, cogida de la mano. Describirla es difícil, pero algo así como una graaan chica, rubia platino con un señor, que te tenía pinta que no se enteraba de nada, muy muy mayor y con una camiseta de tirante gris, típica que te compras en la playa y que pone "Benidorm".
Para cerrar la tarde, nuestro colega Pedro, se fue con un chico, concretamente " vamos a por medio metro de escayola",así que supongo que serían albañiles.... o quizás se referían a otra cosa.
En fin, esto es lo que pasa un domingo cualquiera de mayo en Albacete.
