Hoy fuí a casa de mis padres a comer, para despedirme, ya que esta tarde se van a unas muy merecidas vacaciones, un crucero.
De comer, había un guisado de cordero, que estaba muchímo bueno, como siempre, pero hoy ha pasado una cosa, que sinceramente no me esperaba.
Mientras comíamos, apurando ya el plato, al que le quedaba nada más que una judía, una patata y ... un objeto carnoso extraño.
Después de mirarlo, jugar con el con la cuchara y demás, me disponía a comerlo en plan " si está en el plato, estará rico, será algún higadillo o yo que sé" y de eso, que justo antes me da por pensar en que forma tiene y dentro de mi avanzada y graciosa capacidad de deducción, he llegado a la conclusión que tenía forma de huevo y se me ha escapado una risilla de esas cuando ves un pecho o un culo.
Mi madre, al oírme me ha preguntado que de que me reía y le explicado literalmente lo que pensaba de esa extraña figura carnosa,a lo que me ha respondido que efectivamente, eso que tocaba con la cuchara era un testículo de cordero.
No sé si será el destino el que me hizo soltar esa risica tonta, pero gracias a eso, he evitado meterme un cojon en la boca y por ello, doy gracias infinitas, ya que mucho enseñar los huevos y restregarlos que eso es gracioso, pero eso de comer.... aunque animo encarecidamente a las chicas a hacer el racimico de uvas, que eso si nos gusta mucho y nos puede provocar esa risilla tonta en nosotros.
