Con la excusa de tener un piso, hemos cogido la buena o mala costumbre de sustraer los vasos de algunos bares después de consumir, ya que necesitamos/queremos los vasos para disponer de ellos cuando vengan las visitas y sacar la vajilla buena.
El pasado sábado se nos fue un poco de las manos y acabamos con vasos de cubatas, pintas, cañas y una copa.
Todo muy bonito hasta llegar a casa y darse cuenta que después de tanto robar, hay que fregar y eso sin mujeres, no mola tanto.
A fregar, a fregar, que el mundo se va a acabar !!!