Este fin de semana viví una gran experiencia de la mano de
mi gran amigo y ahora compañero de piso Pablo y su orquesta, “triada” a la que
les estoy muy agradecido.
Después de mucho tiempo insistiendo, este fin de semana me
deje engañar para asistir a un bolo de dicha orquesta, en un pueblo de Cuenca,
que ni recuerdo el nombre, un pueblo de la Cuenca profunda.
El buen rollo entre los componentes de la orquesta predomino
durante todo el fin de semana y se plasmaba en el escenario, donde lo dan todo,
siendo unos grandes músicos.
Mi historia empieza a la hora de montar el escenario ya que
me asignaron pipa personal de Pablo, al cual ayude a montar su teclado, o más
bien supervisaba como el lo montaba, todo era para a ver si es verdad que el
sabía montarlo, y con cierta dificultad, solventada con mi gran ayuda, le salvo
el cuello, de nada Pablo.
Unas cervezas, otras cervezas, prueba de sonido, más
cervezas, bocatas y alguna cervecica más, llegó la hora de empezar.
Todo se desarrollaba según lo previsto y me coloque a la
izquierda del escenario, al lado de mi gran valedor, a los mandos del teclado.
El primer pase se desarrollo sin novedad, tranquilo,
cantando por lo bajinis las canciones y fichando hembras con los demás
componentes del grupo, donde para ser un pueblecico chiquitico, había ganao,
muy buen ganao.
Después del dejjcanso, empezamos con los cubaticas, algún
litrico más….. y poniéndonos más artistas.
A punto de llegar al final del segundo pase, me dirigía a
mear cuando una gran hembra me pregunto:
Gran chica ( gorda del infierno)- Oye chico, que haces tu
sentado en el escenario, no tocas nada?
Yo- Si, soy el músico suplente, si falla alguien salgo yo,
que toco todo y canto.
Cosa que fui diciendo cada vez que me preguntaban lo mismo,
varias veces y si, funciono.
A partir de ahí, nos ofrecieron jamón, cubatas, chorizo…. Y era
el encargado de comérmelo ya que los músicos titulares estaban dando el callo.
También fui el encargado de las peticiones de canciones, de peticiones de
dedicatorias, de anunciar los premios del bingo…. Aparte del músico suplente.
En el tercer pase, Pablo y yo, bajamos a parlotear o
guarrear, según se vea con la muchachada local, cosa que dio bastante juego.
Acabando el tercer y último pase, nos llamarón para arriba y
nos sacaron a cantar la canción de Marihuana, de los porretas. Y ahí estábamos,
Pablo, yo y Juanan, “encarabitaos” al escenario cantando.
Cosa que, he podido tachar de 100 cosas por hacer antes de
morir, con lo vergonzoso que soy, actuar, cantar delante de muchimmá gente,
aunque esperaba un estadio lleno, pero con una plaza con cerca de 200 personas,
no está nada mal.
Se nos hicieron las 9 de la mañana hablando con la gente y
después de alguna que otra invitación a alguna casa ajena para dormir y
quedarnos para el siguiente día para proseguir la fiesta e invitar nosotros a casi medio pueblo a la
feria de Ab, tuvimos que emprender el camino de vuelta, que nos pasamos
durmiendo debido al gran pedal que llevábamos encima.
A medio, dos bocaticas de lomo y a funcionar camino de
Albacete, al que llegamos cerca de las 12 de la mañana.
Gran experiencia, grandes personas y espero que a la próxima
pase algo y el músico suplente tenga que subir a darlo todo.